2016 pinta como uno de los años
con más novedades en el ámbito musical, y personalmente el lanzamiento que
esperaba con más ilusión era el segundo CD de The 1975. Tenían la difícil tarea
de superar su primer trabajo, de título homónimo, el cual en mi opinión marcó
un antes y un después en el rock alternativo. Es más, discutiría con convicción
que lo que hacen The 1975 no puede encajar en ningún género preconcebido por la
industria musical actual.
“ILIWYSFYASBYSUOI” (así por
abreviar aunque en realidad lo hace parecer aún más largo) es un álbum que crea
una burbuja de la que no sales hasta que termina con She Lays Down. Este rasgo ya era característico de su primer álbum,
y con este nuevo trabajo han conseguido mantener la sensación de trasladarte a
otro sitio y a la vez innovar su sonido. En cuanto a evolucionar pero sin
perder la esencia, The 1975 se llevan el premio.
Después de la introducción de
minuto y medio que espero que se convierta en tradición (ya que me parece un
detalle muy bonito de cohesión entre álbumes), “ILIWYASFYASBYSUOT” empieza
fuerte. Quizás demasiado fuerte. Haber puesto Love Me y UGH! seguidas y
al inicio del trabajo deja, en mi opinión, unos estándares muy altos, y creo
que al haber sido ambos presentados en la radio y con videoclip, y siendo dos
de los temas más movidos del CD, hubiesen funcionado mejor algo más separados.
Una de las joyas del álbum (junto
con UGH!, por la cual tengo una
devoción especial), que además recuerda bastante al primer trabajo del grupo,
es She’s American. Es muy dinámica y
es una de esas canciones imposibles de escuchar sin balancearte de un lado a
otro en un trance extraño durante viajes de autobús o metro. If I Believe es un experimento con
coros, un ritmo que recuerda al soul y que incluye instrumentos de viento.
¿Puede funcionar una mezcla de tantos elementos dentro de un CD con un estilo
tan marcado? En mi opinión lo hace ya que, aunque el tema sea arriesgado, no
perdemos vista de la esencia del grupo. También encontramos algo de
experimentación en Loving Someone, canción
que creo que es la demostración de cómo The 1975 son capaces de incorporar un
rap en sus canciones, cosa que nadie se esperaría, y aún así hacer que
cohesione muchísimo y que no desentone.
En una canción que obviamente
cuenta con un gran significado personal, Nana,
me sorprendió mucho escuchar una guitarra acústica. Y aunque la letra de la
canción sea preciosa y creo que ha sido situada hacia el final del CD de manera
estratégica para no romper con la estética, sigue sin convencerme del todo. Es
un dilema interno similar al que tuve con See
Me Now de The Kooks en su último CD Listen. Aunque sabía la historia detrás
de la canción y lo que significaba para el cantante, eso no quitaba que para mí
rompiese la cohesión del CD y, hablando claro, no pintase mucho. Me sucede algo
parecido con Nana pero seguiré
defendiendo que es una canción preciosa, con una sensibilidad que llega al
público fácilmente. Su problema es que no brilla tanto como engranaje dentro de
un disco diseñado para funcionar en conjunto. She Lays Down sigue el mismo camino, pero la modulación de la voz
de Matty en esta hace que suene más a The 1975. De todas maneras, cerrar el
álbum con estas dos canciones fue la mejor idea, ya que así nos demuestran que
saben y pueden hacer canciones sensibles y acústicas sin romper con la estética
previa que tan cuidadosamente se ha construido.
La pata coja del disco es quizás
su duración. Creo que la magia que consiguen al inicio se va perdiendo con
alguna que otra canción que en mi opinión podría llegar a ser prescindible,
como Lost my head (a la cual no le
encuentro mucho sentido de ser y la veo redundante situada justo después de Please be Naked) y ILIWYSFYASBYSUOI (con una longitud excesiva). Estas canciones,
aunque no desentonen para nada con la temática del álbum, no cuentan con la
sustancia suficiente como para poder funcionar por sí solas. No puedo dejar de
preguntarme si el CD hubiese podido llegar a ser aún más sólido contando con 4
o 5 canciones menos.
Una de las quejas más generalizadas
que parece haber sobre el álbum, sobre todo dentro del “fandom” del grupo, son
las canciones completa o parcialmente instrumentales. Para mí, estás canciones
actúan de pegamento entre canción y canción de una manera perfecta, y le dan
una dimensión al álbum que es precisamente lo que le hace destacar de una
manera tan clara en el género alternativo. Es verdad que no son las canciones
más adecuadas para presentar en directo, sobre todo en los festivales de música
que el grupo suele frecuentar, pero personalmente esto no me preocupa, ya que
creo que dentro del álbum hay más que suficientes canciones donde elegir para
crear su nuevo setlist. Nadie espera una actuación de Please be Naked (canción totalmente instrumental y en mi opinión,
una obra maestra) en medio del Arenal Sound, pero eso no devalúa la gran
calidad de ésta y el papel fundamental que ocupa dentro del álbum.
Como conclusión, me parece que
han hecho un gran trabajo y que no hay ninguna parte del álbum que cojee. Es
algo muy fácil de escuchar manteniendo una complejidad musical importante y creo
que se va a convertir en un acompañante fiel durante viajes largos. El grupo
dijo recientemente en una entrevista para la revista NME que creían que el
mundo necesitaba este CD. Y no podría estar más recuerdo. Su mayor logro, en mi
opinión, es lograr una atmósfera distinguida, que mientras recuerda a su
trabajo anterior es a la vez algo completamente nuevo y refrescante.